El Colgado
Dice Jodorowsky:
Estoy en esta posición porque así lo quiero. Yo corté las ramas y he liberado mis manos del deseo de asir, de apropiarme de las cosas, de retener. Sin abandonar el mundo, me he retirado de él. Conmigo podéis encontrar la voluntad de entrar en el estado en que ya no hay voluntad. En que las palabras, las relaciones, los deseos, las necesidades ya no os atan. Para desligarme, he cortado todos los lazos, salvo el que me liga a la Consciencia.
La rueda de la fortuna
Como escribe Alejandro Jodorowsky en “La vía del Tarot”, La Rueda de la Fortuna está claramente orientada a cerrar el pasado y esperar el futuro. Es un espejo que refleja el presente en la quietud de la rueda, sobre el perpetuo cambio de la evolución, simbolizado por las olas del mar.
"He conocido todas las experiencias. El principio, tenía ante mí un océano de posibilidades. Guiada sucesivamente por la voluntad, la providencia o el azar, elegí mis acciones, acumulé conocimiento, para luego estallar sin finalidad preconcebida. Innumerables veces conseguí la estabilidad. Quise conservar sus frutos sobre mi mesa pero los vi pudrirse. Comprendí que debía abrirme hacia los demás, compartir.
Que tenía que buscar el gran otro en mí mismo, la fuente divina. El centro de mis incontables revoluciones alrededor de este eje. Me perdí, buscando cuanto se me pareciera. Conocí el placer de reflejarme en los ojos del otro como en infinitos espejos. Hasta el día en que, con una fuerza irreprimible, actué en el mundo y traté de cambiarlo, para darme cuenta de que solo podía empezar a transformarlo. Mi búsqueda espiritual se amplió hasta el punto de impregnar la totalidad de la materia, y llegué a la espantosa perfección, ese estado en el que nada se me podía añadir y nada se me podía quitar. No quise quedarme así, petrificada. Entonces lo abandone todo, con mi sabiduría por única compañera. Llegué al límite extremo de mí misma, plena, pero detenida, en espera de que el capricho divino, la energía universal, el viento misterioso que sopla desde lo inconcebible, me haga girar y que en mi centro eclosione el primer impulso de un nuevo ciclo.
He aprendido que todo lo que empieza acaba, y que todo lo que acaba empieza. He aprendido que todo lo que se eleva desciende, y que todo lo que desciende se eleva. He aprendido que todo lo que circula termina estancándose, y que todo lo que se estanca termina circulando. La miseria se convierte en riqueza, y la riqueza en miseria. De una mutación a otra, os invito a uniros a la rueda de la vida, aceptando los cambios con paciencia, docilidad, humildad, hasta el instante en que nazca la consciencia. Entonces todo lo humano, cual crisálida que se transforma en mariposa, alcanza el grado angélico donde la realidad deja de girar sobre sí misma, donde se eleva al espíritu del creador."
El mundo
“Soy el placer de vivir y de la realización.
Soy la flor efímera que nace constantemente del abismo; represento la materialización de todos los sueños, el alma sin la cual el mundo no es mundo, sino un desierto esteril, el final de la esperanza. Soy el objetivo de todos los caminos.
Gozo inefable.
Como una virgen santa, llevo en mi matriz la divinidad. Soy la concreción aquí mismo de la energía sagrada de El Loco. Soy el Mundo que Dios ha creado para ser amado por él."
Alejandro Jodorowsky y Marian Costa, en “La vía del Tarot”